ACEITE DE HIPÉRICO
Ayer ya vi por la carretera las primeras flores de hipérico, lista ya para recolectar y hacer su tan preciado aceite. Su nombre común es también hierba de San Juan, porque antaño florecía por esas épocas, ahora con los cambios del clima por estos lares florece mucho antes. Para distinguir sus flores podemos ver al trasluz sus pétalos y observaremos sus nervios claramente, suele tener 5 pétalos y ir en pequeños racimos de 3 a 5 flores.
Crece en campos, junto a caminos y carreteras. Su preparación es muy sencilla y de uso popular.
Para preparar el aceite necesitamos un buen puñado de flores frescas acabadas de recolectar, las cubriremos con aceite de oliva de buena calidad y las dejaremos en un rincón de una ventana 40 días y noches. Luego colar y guardar, protegido de la luz solar.
Entre sus propiedades más conocidas destacan: para el acné, cicatrizante, artritis, quemaduras, esguinces, antidepresivo, regulador menstrual, reuma, ciática.
Como antidepresivo lo usaremos en gotas. De una a 40 y luego de 40 a 1 por las mañanas en ayunas. También podemos secarla para hacer infusión.
Tomar dos infusiones al día con un puñadito o cucharada sopera de las flores secas.
Precaución es foto sensible, no utilizarlo de manera externa si se va a tener contacto con el sol.
No utilizar junto a otros medicamentos en caso de depresión. En Alemania se receta mucho esta planta como antidepresivo natural, sin los inconvenientes de los fármacos.
El aceite de hiperico es la maceración rojiza, es el tono que toma tras estar expuesto al sol.
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