Este alimento ha sido uno de los principales en la alimentación de los
pueblos nórdicos. Es uno de los cereales más completos que hay. Posee altas
propiedades energéticas y nutritivas, pero sobre todo destaca por sus
cualidades energéticas. Sus granos están dispuestos de forma que los elementos
de la naturaleza cómo la luz y el calor del sol, el aire y el agua,
llegan a penetrarlos profundamente, vivificando todas sus partes.
Este plato es riquísito como entrante/aperitivo, le suele gustar a todos. En todas las culturas se hacen rebozados, tempura, pacoras, cambia el tipo de harina utilizada y algún detalle más. Mis preferidos son con harina de arroz y de garbanzos.
Esta ensalada combina diferentes texturas y sabores que crean una guarnición estupenda de cualquier plato, así como un rico y saludable entrante. Aunque en invierno no se debe abusar de las ensaladas, sobre todo si hace frió, aquí en el mediterráneo cada vez son más cálidos los inviernos, seguro que hay muchos días para disfrutar de está ensalada. Yo la prepare para la cena de fin de año y fue un éxito.